Coordinaremos una visita a Campo Paz y Bien y las cenizas de su ser querido serán transferidas a nuestra urna biodegradable (tarea realizada por el Director Funerario) luego (bien sea ese día, o en una próxima fecha previamente concertada) procederemos a realizar el servicio de entierro.

Nuestra urna biodegradable nos garantiza que el suelo estará libre de cualquier alteración que pueda afectar el ambiente. Las urnas convencionales contienen metal, plásticos, cerámica u otros materiales que nocivos al suelo y por ende al ecosistema.

Sugerimos ropa cómoda, sombrero para protegerse del sol y calzado adecuado para caminar sobre césped o terreno irregular (evitar calzado con taco o sandalias). Una sombrilla y gafas de sol sirven de buenos compañeros.

Nuestra misión en conservar la naturaleza y ofrecer un espacio de tranquilidad, por lo que controlamos y limitamos el tráfico y la capacidad de personas que nos visitan. El proceso de velatorio y/o actividad religiosa debe hacerse en otro lugar.

Somos una organización sin fin de lucro, sostenemos nuestros gastos de conservación y mantenimiento a través de los servicios de enterramiento (un único pago) y/o donativos de aquellos que interesen apoyarnos.

Evadimos colocar cualquier tipo de marca en el suelo o en árboles garantizando con ello la integridad del ecosistema. Proveemos a la familia la coordenada donde la urna biodegradable fue enterrada. Recordemos que la urna se disolverá en un plazo no mayor a siete (7) meses y las cenizas se incorporarán al suelo del bosque. Las lápidas y mausoleos son esencia del cementerio convencional.

¡Absolutamente, solo tienen que coordinar la visita! Además de preservar la naturaleza como cementerio ecológico, queremos ser un espacio de tranquilidad y recogimiento. Un punto apacible de convergencia de quienes aprecian la importancia de vivir en armonía con la flora y la fauna y quieren colaborar en preservar nuestras tierras y mejorar la salud espiritual. Un campo que ofrezca paz y que haga el bien.